Nuestro señor Jesucristo nos dejó una misión muy específica:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere en mi y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”
(Marcos 16:15-16)
Nuestro señor Jesucristo nos dejó una misión muy específica:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere en mi y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”
(Marcos 16:15-16)