Cuidar testimonio

Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?

Lucas 4:22

Jesús inicio su ministerio como todos nosotros debemos de iniciar nuestro servicio y nuestro andar con el Señor: «con un buen testimonio».

No podemos vivir la vida cristiana sin un buen testimonio.

¿Qué es el testimonio?

Es hablar favorablemente, aprobar a alguien, ratificar algo y es testificar o ser testigo de algo.

La vida cristiana es una vida de buen testimonio, y cuando nosotros pensamos servir al Señor, como debe ser el anhelo de todos, es obligación de todos trabajar para el reino del Señor.

Antes de iniciar cualquier cosa se debe pensar en qué testimonio tiene la gente de mí, a muchos no les interesa esto, a los creyentes, si nos debe de interesar tener un buen testimonio dentro y fuera de la iglesia.

La Biblia nos enseña que hay cosas que son más importantes que las que los hombres tienen por importantes en este mundo.

Dios les da más valor a cosas que el hombre no le da, le da un gran valor al testimonio del hombre.

De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro.

Proverbios 22:1

Para Dios es de más valor cómo actúo, cómo me dirijo con la gente dentro y fuera de la iglesia, para Dios es más importante que el oro y la plata, el testimonio, que tengamos una buena fama, que se hable bien de nosotros.

Dios prefiere que usted tenga un buen nombre antes que riquezas, para el engrandecimiento del reino de los cielos es importante que a donde quiera que vayamos la gente de buen testimonio de nosotros.

Hay cosas que son primordiales en nuestra vida, un buen medicamento es importante; pero es mejor que en casa haya un buen nombre, que riquezas; porque la vida de testimonio no va a hablar de usted, va a hablar del Dios que usted tiene, a través de su testimonio la gente se va a hacer un concepto del Dios en que usted cree.

Si usted maldice, la gente le cuestionará que usted cómo puede decir que es cristiano. Si roba, si miente, ellos dirán que tiene un Dios muy permisivo porque usted habla de él y sigue haciendo cosas malas.

El testimonio lejos de hablar bien de nosotros, va a hablar más del Señor Jesús.

Si nuestro buen nombre y honra no nos preocupa, que nos preocupe el nombre del Señor y la honra del Señor, para que la gente vea nuestras buenas obras y glorifiquen a Dios. Por eso es importante el testimonio y la vida cristiana, ser la luz del mundo y la sal de la tierra, la gente lo tiene que ver, ese es el buen testimonio. No podemos hablar de un Cristo vivo sin una vida de testimonio.

No podemos hablar que él es el Señor es el soberano de nuestras vidas, cuando nosotros no nos sometemos a su señorío.

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

Colosenses 3:23-24

El buen testimonio siempre va a asombrar al mundo. Cuando nuestro estilo de vida no asombre al mundo. Tenemos que hacer un alto y analizar nuestra vida. Tenemos que preguntarnos qué es lo que han visto en nosotros que no respalda en nuestras vidas la declaración de ser cristiano.

Nosotros, tenemos una grande responsabilidad y es, demostrarle a la gente el reino de los cielos tenemos que demostrarle al mundo cómo viven las gentes que conocen a Dios. Tenemos que hacer notorio el carácter de Jesús, sus acciones, su amar, perdonar, hablar y su servir a nosotros nos toca demostrar todo eso por medio de nuestro testimonio.

Si leemos la Biblia se va a encontrar que todas estas gentes servían a Dios porque tenían un buen testimonio delante de los hombres.

¿Cómo podemos tener un buen testimonio? ¿Dónde empieza?

La palabra de Dios nos enseña sobre la fe y los héroes de la fe. Dice la palabra:

porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.

Hebreos 11:2

Si usted quiere alcanzar un buen testimonio necesita empezar a vivir una vida de fe.

¿Cuál es la vida de fe?

Aquella vida que empieza con la salvación de su alma, con recibir a Jesús como Señor y su Salvador de su vida, con pedir perdón por todos sus pecados y que él lo limpie y lo haga una nueva creatura. Ahí empieza la vida de fe; pero no termina allí, continúa con una obediencia a Dios, con apartarnos del mundo y de todo lo que nos aparta de Dios.

No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

1ª Juan 2:15-16

La vida de fe es una vida de esforzarnos todos los días para dar un digno testimonio de que Jesucristo es el Señor de nuestra vida. El escritor del libro de hebreos está diciendo que todos los antiguos alcanzaron un buen testimonio porque le creyeron a Dios, porque creyeron que Dios podía sostenerlos, que si se aferraban a Dios podían vivir una vida digna para el Señor.

Abraham decide creer a Dios, obedecerlo y aceptar el llamado que Dios le hacía.

Usted lee cómo Abraham decide irse a la tierra que Dios le promete; Cómo Sara por la fe creyó que en su vejez podía engendrar un hijo. Todos ellos dieron un buen testimonio a Dios por la fe que le tuvieron, le creyeron a Dios, empezaron a caminar en obediencia y en fe al Señor.

El buen testimonio no se alcanza cuando nos convertimos, no se alcanza cuando recibimos el bautismo del Espíritu Santo, ni memorizando textos bíblicos y conociendo la biblia al revés y al derecho; pero si es parte de la vida cristiana, del buen testimonio, porque todos aquellos que nos llamamos cristianos se supone que debemos tener una vida de comunión íntima con la palabra de Dios, que continuamente la estudiamos, que memorizamos su palabra para tener qué compartir al que no tiene nada, al que está triste y desolado, al que está oprimido por el diablo.

La vida de testimonio no es solamente la obediencia a Dios y apartarnos del pecado; es una parte importante pero ahí no termina; porque la vida de testimonio es una vida que glorifica a Dios, que lo adora, que se consagra a él, que aprovecha los momentos de adoración para adorar a Dios.

La vida de testimonio es una vida de servicio, no podemos decir que estamos dando un buen testimonio si no estamos sirviendo al Señor ya que una de las cosas más grandes que revela nuestro testimonio, es nuestro servicio.

Si usted quiere ser un cristiano con un buen testimonio, su labor empieza el día que se convierte al Señor y va a acabar el día que parta de esta tierra.